La propuesta de Paulino Betancourt, profesor de la Universidad Central de Venezuela, es precisa. Que los ucevistas recobren la primacía universitaria que siempre ha caracterizado a la UCV, como la primera casa de estudios del país.
En sus 14 propuestas para las distintas áreas universitarias, que la máxima autoridad rectoral electa en las próximas elecciones deberá administrar, Betancourt convoca a los ucevistas a hacer el cambio, con una propuesta que sintetiza las demandas y necesidades de la universidad más grande del país.
El proyecto del docente de la Facultad de Ciencias de la UCV para las elecciones universitarias, cuya primera vuelta se realizará el 26 de mayo de 2023, incluye de forma integral a todos los sectores universitarios que componen la comunidad universitaria de su casa de estudios.
En las próximas elecciones, inéditas en el país, los obreros y el personal administrativo votarán para elegir a la cuarteta rectoral y las autoridades decanales de cada facultad, aunque en una proporcionalidad determinada por una sentencia interpretativa del TSJ.
El profesor Betancourt, científico venezolano de reconocida y amplia trayectoria académica, propone “devolverle al país una universidad autónoma, democrática, gratuita, popular, científica y de pertinencia académica, de referencia, guía cultural y deportiva, del pensamiento crítico y más avanzado de la sociedad”.
Una de las medidas inmediatas que propone el doctor Paulino Betancourt, es que el Estado regrese algunas instituciones a la UCV, como por ejemplo el control académico administrativo sobre Hospital Universitario de Caracas, para poner al servicio del país un hospital docente y devolverle la capacidad de atender en mejores condiciones a los usuarios de la salud.
Sin embargo, esta aspiración requiere, de acuerdo a su propuesta, una participación amplia de todos los universitarios para “vencer las sombras y colmar los espacios que nos hicieron orgullosamente ucevistas”, dice la propuesta.
Químico, investigador y articulista de varios medios de comunicación, Betancourt apuesta por que la gestión rectoral rescate la “pertinencia académica, científica y cultural” de la UCV, desde la consolidación de “su sentido autonomista y de universidad pública”, hasta la exigencia de “los recursos que el Estado está obligado a asignar a las universidades para su funcionamiento y desarrollo”.
Sin embargo, plantea también que “se creen mecanismos que permitan garantizar recursos adicionales a los establecidos, para su misión en la formación de mejores profesionales para el futuro del país”.
El compromiso con “la demanda de un buen salario para los docentes” y las “becas suficientes para los alumnos más aventajados”, se cruza en su propuesta con la idea de ofrecer cambios en la oferta académica con “configuraciones curriculares interdisciplinarias, flexibles y adaptadas a la transversalidad del conocimiento”.
En su planteamiento destacan, primero, la idea de “estimular, reconocer y promover la actividad desarrollada por los miembros de la comunidad universitaria, mediante incentivos materiales, académicos y morales”.
Y segundo, la propuesta de “realizar las gestiones para instrumentar una política de bonos de rendimiento académico, de la actividad laboral y académico-administrativa”, a partir de la idea de que la producción de conocimiento no solo brinde oportunidades al desarrollo nacional, sino que se incentive a partir de mecanismos de estímulo material a la eficiencia en la producción del conocimiento.
Finalmente, el doctor en química y titular a dedicación exclusiva de la UCV, se plantea “rescatar y reconstruir el concepto de Universalidad y de Campus Universitario, estrenado por Vargas y recreado por Villanueva, para garantizar la más amplia convergencia de corrientes y expresiones del pensamiento, la cultura y la sociedad”.