Muchos pacientes menores de edad corren el riesgo de morir mientras esperan un trasplante, producto del colapso del sistema de salud de Venezuela desde hace más de 10 años, de acuerdo a especialistas.
Yohalis, de 17 años, es uno de los tantos casos afectados por la crisis. La adolescente sufre de anemia drepanocítica, un trastorno de la sangre hereditario por el que necesita un trasplante de médula de forma urgente.
“Tiene 17, pero ella aparenta 12 (…) la anemia retrasa el desarrollo en ellos”, explicó Johana Fernández, madre de Yohalis. Ambas viven en La Vega, en el oeste de Caracas, en medio de la pobreza que asola varios sectores de la ciudad.
“Estamos esperando el trasplante de médula desde el 2017, pero desde el 26 de febrero (de 2023) se nos planteó el trasplante como urgente”, expuso Johana, quien aclaró que todavía no reciben respuesta.
TRASPLANTE URGENTE
La ONG Prepara Familia aclaró que el trasplante de médula solo se practica en dos centros de salud en Venezuela. “Ya los niños, niñas y adolescentes no logran resistir, tienen todo en su contra, no pueden seguir esperando”, expuso el organismo.
“El riesgo que se corre esperando un trasplante de médula, es lo que ya ha pasado con muchos pacientes, es perder la vida”, indicó Johana a la Voz de América. “Ellos llevan su vida a diario con el Dios en la boca, esperando la voluntad de Dios”, acotó.
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Venezuela tenía un acuerdo con la Asociación para el Trasplante de Médula Ósea (ATMO) de Italia. Sin embargo, el programa fue suspendido en 2018 por una deuda de 11 millones de dólares, dejando a decenas de niños sin un trasplante.
Desde entonces, varios menores de edad han muerto a la espera de un trasplante. Según la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (ONT), cuatro niños fallecieron este año en el Hospital J.M. de los Ríos por esta situación.