Trabajadores migrantes confesaron que temen al plan de deportación masiva que pretende ejecutar el presidente electo de EEUU, Donald Trump. Incluso, dijeron que preferirían no salir a la calle.
Para el restaurador veterano Sam Sánchez, los efectos eran evidentes. Específicamente durante su visita esta semana a Little Village, en Chicago, un vecindario conocido como el “México del Medio Oeste”.
LEA TAMBIÉN: EL CONTROVERSIAL OFRECIMIENTO DE TEXAS A TRUMP PARA EJECUTAR PLAN MASIVO DE DEPORTACIONES EN EEUU
“Algunos de los restaurantes [de Little Village] me dijeron que están en un 50 % menos en ventas”, dijo según CNN Sánchez, fundador de la empresa de gestión de restaurantes y eventos Third Coast Hospitality Group, con sede en la mencionada ciudad.
“Las personas tienen miedo de caminar por las calles en este momento; hay mucho miedo … mucho miedo”, agregó Sánchez.
“Y ahí es donde comienza. Los empleados comenzarán a preocuparse y dirán: ‘¿Debería ir a trabajar? ¿Debería arriesgarme?’. La gran preocupación es que los restaurantes cerrarán sin empleados, y esta es solo una industria: hay millones de personas que trabajan y que son indocumentadas”, advirtió.
De hecho, se estima que hay cerca de 11 millones de migrantes indocumentados en EEUU, según el Centro de Migración Global de la Universidad de California-Davis.
De esos, aproximadamente 8,5 millones están empleados, detalló Giovanni Peri, economista y director del Centro de Migración Global de UCDavis.
Recientemente, Trump anunció por medio de una publicación en las redes sociales que el ejército estadounidense podría ser utilizado para su «programa de deportación masiva» de migrantes indocumentados una vez que regrese a la Casa Blanca en enero.