Los principales puertos de la costa este y del Golfo de Estados Unidos cerraron sus operaciones este martes, 1 de octubre, debido a una huelga masiva de trabajadores portuarios.
Esta huelga, liderada por el sindicato Asociación Internacional de Estibadores (ILA, por sus siglas en inglés), afecta a más de 45.000 de sus miembros.
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Es la primera huelga de este tipo en casi 50 años y ha paralizado el 43 % del comercio marítimo del país.
Los trabajadores portuarios decidieron tomar esta medida extrema debido a la falta de acuerdo con la patronal US Maritime Alliance (USMX). En concreto, sobre temas cruciales como los salarios y la automatización de procesos.
Los empleados exigen mejores condiciones laborales y un aumento salarial que refleje el costo de vida actual. Además, están preocupados por la creciente automatización que amenaza sus puestos de trabajo.
El cierre de los puertos tiene un impacto significativo en la economía de Estados Unidos. Se estima que la huelga podría costar hasta 5.000 millones de dólares diarios. La interrupción afecta no solo a la importación y exportación de bienes. Lo que se sabe, es que también a la cadena de suministro global. Esto, podría provocar escasez de productos y un aumento en los precios de los bienes de consumo.
Lo que reportaron medios locales es que los puertos de Nueva York/Newark, Baltimore, Savannah, Houston, Miami o Nueva Orleans están parados y con piquetes y concentraciones en sus entradas.
El paro, que afecta a 36 puertos, es el primero convocado por el sindicato desde 1977.
En las últimas 24 horas, USMX e ILA han intercambiado contraofertas de salarios y USMX aseguró que ha ofrecido un aumento salarial del 50 % y ha pedido una extensión del contrato actual.
«Ambas partes se han movido de sus posiciones iniciales y tenemos la esperanza de que podamos reiniciar la negociación colectiva en los temas pendientes», indicó la patronal de navieras.