“Están dañando a las familias americanas», esas palabras reflejan la frustración de María García, quien se catalogó víctima de la suspensión del programa que beneficia a cónyuges de ciudadanos estadounidenses.
De acuerdo a lo que relató a la Voz de América (VOA), García empezó la semana llena de muchas esperanzas.
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Precisó que visitó la oficina de su abogado en Los Ángeles y le dejó los documentos necesarios para poder presentar su solicitud al nuevo programa de inmigración del gobierno del presidente de EEUU, Joe Biden. Pero nada terminó como lo esperaba.
Este mismo lunes un juez federal de distrito J. Campbell Barker bloqueó por 14 días la medida que permite que ciertos cónyuges e hijastros indocumentados de ciudadanos estadounidenses soliciten el permiso de permanencia temporal y luego pueden pedir la residencia permanente sin salir de EEUU, como ocurre regularmente.
“Están dañando a las familias americanas, estamos en el limbo”, enfatizó María García, una estadounidense de 44 años de edad. Ella contrajo matrimonio con un hombre llamado Roberto en 2017.
“Siento mucho coraje, impotencia. ¿Por qué bloquear a familias que tienen toda una vida acá?”, se cuestionó.
Lo que se sabe, es que el Gobierno seguirá aceptando la presentación de formularios I-131F. Este sirve para solicitar el beneficio. Así lo confirmó el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos en su página web.
También, vale aclarar, que la decisión del juez «no afecta a las solicitudes aprobadas antes de que se dictara la orden de suspensión administrativa», según señaló el Gobierno federal.
¿POR QUÉ SE SUSPENDIÓ EL PROGRAMA?
Como lo apuntaron medios locales, el programa se suspendió este lunes en respuesta a una demanda interpuesta por 16 Estados republicanos.
Todas las entidades consideran que la reforma, que regularizaría a medio millón de migrantes, es ilegal.
Se precisó que los estados demandantes son: Texas, Idaho, Alabama, Arkansas, Florida, Georgia, Iowa, Kansas, Louisiana, Missouri, Ohio, Dakota del Norte, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Tennessee y Wyoming.
El programa estaba diseñado principalmente para beneficiar a los cónyuges indocumentados de ciudadanos estadounidenses. Esta medida es vista por los demócratas como un paso significativo hacia la reunificación familiar, permitiendo que las mismas permanezcan juntas mientras se regulariza su estatus migratorio.