Medio millón de sueños en pausa: el conteo regresivo de los migrantes casados con estadounidenses tras la suspensión del ‘parole in place’

Luis Alfredo Ledezma
Por Luis Alfredo Ledezma 3 Min de Lectura
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En lo que podría ser un giro significativo para la comunidad migrante en EEUU, medio millón de personas casadas con ciudadanos estadounidenses se encuentran en una cuenta regresiva crucial.  

Esto último, porque la pausa de 14 días en la implementación del beneficio migratorio conocido como ‘parole in place’ está a punto de expirar, dejando a muchos en un estado de incertidumbre y esperanza.  

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Este beneficio, que permite a los migrantes sin estatus legal permanecer en el país mientras regularizan su situación, ha sido una luz de esperanza para muchas familias. 

El ‘parole in place’ representa una herramienta vital para aquellos que buscan estabilizar su vida en EEUU. Permite a los migrantes trabajar legalmente y pagar impuestos, contribuyendo así a la economía del país.  

Además, ofrece una vía para que estos individuos puedan vivir sin el temor constante de la deportación. Es por ello, que la pausa en su implementación generó una ola de ansiedad entre los solicitantes, quienes esperan con ansias un veredicto favorable que les permita continuar con sus vidas sin interrupciones. 

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«CON LA AYUDA DE DIOS» 

«Hay que orar porque eso no pase (suspensión definitiva del programa de ‘parole in place’) porque hay mucha gente aquí con sueños de ser residentes, ciudadanos», dijo Alma Quezada, una salvadoreña que creció en Estados Unidos, sentada al lado de su esposo durante una entrevista concedida a la Voz de América (VOA).  

«Tenemos derecho de tener los documentos legales porque aportamos al país, trabajamos, pagamos taxes. Pienso que todo el que paga impuestos tiene derecho a estar legalmente», concluyó Quezada. 

Quezada confesó al mencionado medio que saltó de alegría cuando supo que el gobierno de Joe Biden había aprobado el beneficio migratorio conocido como ‘parole in place’. Pues así, su esposo Juan Antonio Valla, —también proveniente de la nación centroamericana—, podría por fin legalizar su estatus después de 17 años. 

Sin embargo, el futuro de estos migrantes y sus familias depende en gran medida de la decisión que se tome en los próximos días.  

La reanudación del ‘parole in place’ ofrecería, sin dudas, un alivio inmediato. Mientras tanto, estas personas continúan trabajando arduamente, pagando sus impuestos y contribuyendo a la sociedad, con la esperanza de que sus esfuerzos sean reconocidos y recompensados con la estabilidad que tanto anhelan. 

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