Recientemente, el expresidente de EEUU, Donald Trump, generó una gran controversia al proponer un “día violento” similar a la trama de la película “The Purge”.
Durante un mitin en Pensilvania, Trump sugirió que permitir un día de violencia extrema podría ser una solución para combatir el crimen y proteger la propiedad privada en el país.
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Esta declaración ha sido recibida con una mezcla de asombro y preocupación tanto por parte de sus seguidores como de sus detractores.
La propuesta de Trump ha sido comparada inmediatamente con la película “The Purge”, en la cual se permite a los ciudadanos cometer cualquier tipo de crimen durante 12 horas sin consecuencias legales.
Aunque su equipo de campaña ha intentado minimizar la seriedad de sus palabras, afirmando que se trataba de una broma, la idea ha encendido un debate sobre las políticas de seguridad y el Estado de derecho en Estados Unidos.
Muchos críticos argumentan que una medida de este tipo podría llevar a un caos incontrolable y a violaciones masivas de los derechos humanos.
Por otro lado, algunos de los seguidores más fervientes de Trump han aplaudido la propuesta, viéndola como una solución drástica pero necesaria para enfrentar el aumento de la delincuencia.
Estos partidarios creen que un enfoque más duro y sin restricciones podría disuadir a los delincuentes y restaurar el orden en las comunidades afectadas por el crimen.
Sobre todo, porque se trata de una vieja idea para la ideología republicana más extremista. La facultad del Poder Ejecutivo y de las fuerzas policiales para suspender el Estado de Derecho, al menos por un día. Lo anterior, de acuerdo a los partidarios, serviría para lidiar con diversos males sociales de forma masiva y acelerada.
