El 2024 ya es el año más mortífero para los migrantes que intentan cruzar la frontera por El Paso, Texas (EEUU). Datos recabados por el Instituto Fronterizo Esperanza, revelaron que al menos 174 personas han fallecido hasta octubre en la zona.
Así las cifras de muertes han alcanzado niveles sin precedentes, superando cualquier registro anterior. Este aumento en las fatalidades se debe a una combinación de factores, incluyendo las duras condiciones del desierto, intensificación de las medidas de seguridad fronteriza y desesperación de los migrantes que buscan una vida mejor en Estados Unidos.
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Según el mencionado instituto, en 2023 se contabilizaron 113 personas sin vida hallados por agentes en zonas cercanas a la línea fronteriza.
“Pero es solo la cifra oficial, sabemos que muchas personas nunca se van a poder encontrar porque mueren en zonas muy remotas, en el desierto, o se pierden en el río y nunca encontramos sus cadáveres, entonces el número real es doble o triple”, dijo al diario Milenio Dylan Corbett, director ejecutivo del Instituto Fronterizo Esperanza.
El incremento en la vigilancia y las barreras físicas ha obligado a los migrantes a tomar rutas más peligrosas y remotas, aumentando el riesgo de accidentes y muertes.
La situación se ha vuelto tan crítica que organizaciones humanitarias han intensificado sus esfuerzos para proporcionar ayuda y asistencia a los migrantes en peligro.