Desde los primeros meses de la pandemia de la COVID-19, la principal hipótesis era que el virus provenía de los murciélagos o los pangolines. Sin embargo, los científicos ahora creen que los responsables pueden ser los perros mapache.
Un equipo de virólogos, genetistas y biólogos avanzó en las investigaciones sobre el origen de la COVID-19. Tras varios años de trabajo, piensan que por fin tienen la información que faltaba para conocer el animal del que procede el virus.
Los científicos tuvieron acceso a las secuencias genéticas recopiladas en el mercado mayorista de mariscos de Wuhan, China. Estos descubrieron que los perros mapache que se vendían podían portar el virus a finales de 2019.
«Es un indicio muy claro de que los animales del mercado estaban infectados. Realmente no hay otra explicación que tenga sentido«, dijo la científica Angela Rasmussen, una de las participantes de la investigación.
VENTA DE PERROS MAPACHE
En años previos, ya se hicieron estudios sobre el material genérico del mercado. Sin embargo, este es el primero que indaga sobre el huésped animal del virus y verifica que el principal sospechoso es el perro mapache.
Las evidencias genéticas coinciden en gran parte con el perro mapache, un animal que se vende para el consumo y que había varios ejemplares en el mercado de Wuhan cuando surgieron los primeros casos.
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“Los perros mapache no fueron analizados en el mercado y probablemente habían sido retirados antes de que llegaran las autoridades”, explicó Kristian Andersen, uno de los directores del estudio.
«Esto definitivamente refuerza la hipótesis del origen natural», dijo a la revista The Atlantic la viróloga Seema Lakdawala tras leer el estudio. Por tanto, la comunidad científica está cada vez más cerca de determinar el origen real de la COVID-19.