Por la Dra. Carmen Mantellini
Toda mujer en edad reproductiva debe iniciar la toma de ácido fólico, en particular desde que comienza a tener relaciones sexuales. Independientemente si mantienes una relación estable o no, lo ideal es que esta vitamina no falte.
El ácido fólico es una vitamina del grupo B, necesaria en el bebé por venir para reducir el riesgo de malformaciones fetales del llamado tubo neural, como por ejemplo espina bífida, mielomeningocele y el labio y/o hendidura palatina, también conocido como labio leporino. Estas malformaciones son más frecuentes de lo que parecen y suelen deberse a una deficiencia de esta vitamina en la población general.
El folato, que es como solemos encontrarlo en los alimentos, suele estar presente en el hígado de res, vegetales verdes como espinacas y rúcula, granos, huevos y leche y de alimentos con harinas fortificadas, como algunas marcas de pan, cereales y harinas. El ácido fólico por su parte es el que se sintetiza artificialmente y se consigue en suplementos vitamínicos como multivitamínicos, complejos del grupo B o en tabletas con sólo ese componente.
¿Y por qué deberías estar tomándolo? porque por lo general, no siempre los embarazos ocurren de manera planificada y cuando nos enteramos que estamos embarazadas ya han pasado al menos 5 semanas, en las que el futuro bebé es más vulnerable al déficit de esta vitamina. La dosis recomendada es de sólo 400 mcg, una dosis que suele estar incluida en cereales y harinas fortificadas y en la mayoría de los suplementos vitamínicos.
Adicionalmente, hay mujeres que tienen requerimientos especiales, por lo que se ajustará la dosis según sus necesidades. Un ejemplo de esto ocurre en las pacientes con epilepsia que se encuentran medicadas. Algunos medicamentos anticonvulsivantes compiten y reducen los niveles de ácido fólico en sangre, por lo que requieren suplementos de hasta 5 mg diarios.
Las pacientes que tienen diagnóstico de enfermedad celíaca o que han sufrido cirugía de Bypass gástrico, porque en ellas está comprometida la absorción, entre otros casos.
También es importante conocer la historia personal de cada paciente. Una mujer con antecedentes familiares o que ella misma haya tenido un hijo con este tipo de malformaciones tiene 10 veces más chance de tener otro con el mismo problema, por ello debemos en estos casos indicarle dosis diarias más altas, así como también referirse para asesoría genética antes de embarazarse.
Así que si aun cuando no quieras planificar un embarazo, es importante que inicies ya el tratamiento.
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