Por María Laura García
En estas últimas 3 semanas he escuchado a muchas personas comentarme de casos de “gripes fuertes” (Influenza A, Virus sincitial respiratorio, etc.), de los cuales, un buen porcentaje han sido severos e incluso han ameritado de hospitalización. En los colegios se han visto focos importantes, por lo cual los virus llegan a las casas enfermando a otros miembros de la familia.
Y la pregunta de muchos es…
¿Puedo entrenar o ejercitarme con gripe?
“Solo hay una manera de tratar el resfriado común, con desprecio”, dijo en algún momento un respetado médico canadiense llamado Sir William Osler. Hizo este comentario en broma argumentando que el adulto promedio se enferma de virus respiratorios, aproximadamente, de 2 a 3 veces al año, mientras que los chiquitos pueden contagiarse de 6 o 7 veces. Lo común hace que se convierta en un factor limitante muy cotidiano y muy molesto.
Que contraigas o no, una gripe depende de los múltiples factores que puedan trastocar tu sistema inmunológico como, por ejemplo, la alimentación muy procesada y/o rica en azúcar, el mal dormir o poco sueño, el exceso de estrés, el tabaquismo, la contaminación, el sedentarismo, etc..
Ejercicio y sistema inmune…
Son muchos los estudios científicos que demuestran el vínculo entre el ejercicio moderado y regular con un sistema inmune fuerte, ya que, por el contrario, una práctica deportiva extenuante genera el efecto contrario.
Diversos análisis arrojan que las personas activas reportan menos resfríos debido a la actividad física moderada que se relaciona con una respuesta positiva del sistema de defensas orgánico y un impulso temporal en la producción de macrófagos o las células que atacan a las bacterias, es decir, hay cambios fisiológicos positivos en el sistema inmunológico como respuesta al ejercicio.
Durante un entrenamiento o caminata moderada, las células inmunes circulan por el cuerpo rápidamente siendo más efectivas matando bacterias y virus. Ahora bien, ten en cuenta que al finalizar el ejercicio el sistema inmune regresa a la normalidad en pocas horas, pero el ejercicio regular si hace que estos cambios sean más duraderos.
¿Debes ejercitarte engripado?
Los entusiastas de la actividad física siempre tienen la duda sobre si deben parar el ejercicio cuando se enferman y la mayoría de los expertos en medicina deportiva (Fisiatras) recomiendan que, si tienes síntomas de un resfriado común sin fiebre y los síntomas están por encima del cuello, el caminar o moverte sin acelerar excesivamente las pulsaciones es seguro.
El ejercicio intenso debe posponerse hasta unos días después de que desaparezcan los síntomas. Si tienes gripe con fiebre, cansancio extremo, dolores musculares e inflamación de las glándulas linfáticas, entonces debes descansar de una a dos semanas antes de reanudar el entrenamiento.
A considerar…
Las personas que nunca se ejercitan se enferman con más frecuencia. Los que hacen ejercicio tres veces a la semana se enferman poco mientras que aquellos que hacen ejercicio más de cuatro veces a la semana se enferman con mayor frecuencia.
En síntesis, ser sedentario o hacer mucho ejercicio puede reducir la inmunidad, mientras que mantener una actividad física regular mejora el sistema inmunitario. Entonces, entrena regularmente sin exceder las horas e intensidad del ejercicio y seguramente serás más saludable que los que no.
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