Por María Laura García
“¡Es inútil! ¡Es inútil intentar liberarse de la propia soledad! Hay que aguantarla toda la vida. Aunque a veces, sólo a veces, el vacío se llene”. Autor: D. H. Lawrence
Encontrarme con este pensamiento me hizo reflexionar sobre eso que nos puede pasar a todos, en un momento dado, me refiero al sentirnos solos, aunque estemos acompañados. Lo cierto es que la soledad puede afectar a cualquier persona, jóvenes y adultos, en cualquier momento de la vida.
¿Te ha pasado? A mí sí, y no es algo tan raro como para llenarnos de asombro, lo cierto es que una vez que la experimentemos, debemos saber que tenemos que analizar el por qué para tomar cartas en el asunto y accionar para solucionar lo que haya que resolver y listo, pues todo tiene un porqué y un para qué, más lo obligatorio es el aprender y mejorar nuestro estado de ánimo, porque es innegable que todos nacimos con el derecho a tener muchos momentos felices, y esto, no es responsabilidad de nadie, solo de uno mismo.
¿Te sientes solo estando acompañado?
¿Has estado en una reunión rodeado de amigos o familia y no te sientes involucrado en la conversación, estás como alejado de ellos? Por momentos ¿No se te sientes lleno o parte de algo?
Esta es una sensación que nos puede ocurrir de manera regular y más cuando estamos en momentos complicados, generalmente de transición donde nos cuestionamos la vida, es decir, lo que nos hace feliz o no; o si hemos logrado nuestras metas u objetivos, si estamos en el lugar y con las personas indicadas, etc..
Esa soledad aparece quizás porque estamos sumergidos en una de esas tan nombradas como «crisis existenciales» que comúnmente se hacen presentes en épocas de “cambios importantes” como, un cambio de trabajo, de país, una mudanza, un matrimonio o un divorcio.
Todas estas situaciones nos llevan a mirar hacia dentro, a hacer una introspección que a veces nos muestra una profunda soledad, al analizar las opciones que tenemos para sentirnos felices y que en repetidas ocasiones constituyen temas que sentimos que no podemos hablar con nadie a nuestro alrededor.
En estos estados de soledad no elegidos, sentimos que nos falta algo y, ese algo, es poder compartir nuestra vida con los que nos rodean.
La “soledad estando acompañados” es la más contradictoria de todas y, las persona viven o vivimos con dolor porque se suele sentir que no se encaja en un ambiente, que a uno no se le valora o que estamos acompañados físicamente pero no emocionalmente.
Lo que debemos tener claro, por lo negativo que puede resultar, es que la soledad no es un sentimiento que aparezca por sí solo, sino que suele ir acompañado de otras emociones como la ansiedad, el miedo o la tristeza. La soledad no es un estado físico, es un estado mental, por tanto, hay ciertos sentimientos que van vinculados a la soledad y son la incomprensión, la inseguridad y la tristeza. Entonces, es urgente, revisarse y actuar, no me cansare de repetirlo.
¿Qué hacer?
Seguir buscando dentro de nosotros y reflexionar sobre lo que deseamos para luego accionar, pues es muy importante hacer las dos cosas, VER y ACTUAR.
Permanentemente debemos preguntarnos ¿Qué quiero hacer ahora? Si no me siento a gusto donde estoy, ¿Qué puedo hacer para cambiar? ¿Hago lo que hago porque quiero o por complacer a otros?
Un paso necesario para manejar la soledad es darte cuenta de lo que sientes y el impacto que tiene en tu vida y si ves que te esta afectando o paralizando, debes buscar ayuda de amigos o profesionales de la salud mental, para que no te paralice o afecte más allá de lo normal tu emocionalidad y tu salud física.
Cuando te sientes solo, no siempre el mundo digital o de las redes, es una buena solución o refugio, porque muchas veces ese mundo de reconocimiento, te lleva a compararte y depender de un like o un comentario o una notoriedad, que incluso puede perturbar o trastocar tu seguridad emocional y a la larga, hasta generarte mayor soledad porque te puede aislar mucho más.
Esto también pasa con los que se han hecho adictos a los juegos grupales en red. Leí esto recientemente: “Para algunas personas, el mundo virtual puede contribuir a crear sentimientos aún mayores de soledad y aislamiento. Las redes sociales pueden mostrar personas que viven felices, que tienen suerte, con centenares de buenos amigos. Pero, por lo general. la realidad es otra. Las redes sociales a veces hacen que las personas se sientan incómodas, ignoradas y solas. Conclusión: si estar en el mundo virtual te hace sentir más aislado que conectado, es señal de que tienes que cerrar la sesión”.
Algo maravilloso para sentirte acompañado es acompañar o ayudar a otros. Aportar tu tiempo y energía, trabajando por los demás por una buena causa, puede ayudarte a luchar contra la soledad eficazmente. Se ha demostrado que estas actividades reducen el estrés más sentimientos de depresión y contribuyen a encontrar amigos nuevos.
Hacer actividades deportivas grupales, por ejemplo, hacer parte de un grupo de corredores podría ayudarte a entablar relaciones sociales nutritivas. Según donde vivas, podrías tener acceso a varios tipos de asociaciones y clubes, usualmente creados por intereses y hobbies en común.
Además, el ejercicio, como practica de autocuidado, es una medida estupenda para luchar contra la soledad, así como la comida saludable, el buen dormir, la luz solar e incluso la meditación. Como se lo he escrito antes y también habrán leído, se ha demostrado que hacer ejercicios libera endorfinas, las «hormonas de la felicidad» debido a su poder de levantar el ánimo y hacer que nos sintamos mucho mejor. La luz solar puede lograr prácticamente lo mismo que el ejercicio por eso a mí me gusta trabajar al lado de una ventana, porque activa las hormonas buenas, incluso las endorfinas y la serotonina, que nos proporcionan grandes beneficios. Solo protege tu piel con un buen protector solar.
Una alimentación equilibrada en calidad y cantidad puede tener un impacto en la salud de tu cerebro. Una dieta diaria a base de azúcar, conservantes y comida procesada puede afectar en forma negativa tu salud física y por tanto, emocional.
Otro tema, es el sueño, la gente que duerme de forma deficiente, tiende a sentirse irritado, triste y en medio de esos sentimientos experimentar soledad no es extraño, porque hasta la socialización se dificulta. Por consiguiente, la falta de sueño puede agravar los sentimientos de soledad y de aislamiento y, viceversa.
La soledad afecta a millones de seres en el mundo. Hay muchas cosas que puedes hacer para superarla. La clave es darte cuenta de cómo te sientes y encontrar la mejor estrategia para ti.
Si bien es cierto que hay gente más independiente que otra, todos necesitamos un equilibrio emocional representado por nuestros seres cercanos, por ello, el sentimiento de soledad es una de las grandes plagas del siglo XXI y puede describirse, en una palabra: el aislamiento. De hecho, como ya lo comenté, la aparición de las redes sociales no ha hecho más que acrecentar estos sentimientos.
Muchos las consideramos un refugio en el cual podemos relacionarnos, cuando la verdad es que las relaciones que se crean en la red suelen ser superficiales, no son ningún sustituto de la vida real.
Si sueles sentirte triste y poco acompañado, a pesar de que quizás tienes mucha gente a tu alrededor, debes buscar ayuda.
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