Un juez estadounidense suspendió, este jueves 29 de febrero, la entrada en vigor de una polémica ley de Texas que permitía a las autoridades policiales detener y expulsar a migrantes de EEUU.
De acuerdo con lo reseñado por la agencia de noticias EFE, ya lo oficiales no podrán deportar a aquellas personas sospechosas de ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
Los defensores de los migrantes advirtieron que la ley conduciría directamente a la discriminación racial. En especial contra los hispanos.
La medida (SB 88-4) fue demandada por grupos de defensa de derechos civiles encabezados por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) en diciembre de 2023. Justo a pocos días de ser firmada por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott.
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Los demandantes alegan que la ley es inconstitucional porque viola la supremacía de la ley federal. La misma regula la inmigración en EEUU, sobre las medidas aprobadas por un estado.
La ley convierte en delito menor el que un extranjero «ingrese o intente ingresar al estado desde una nación extranjera» de forma irregular. La falta se convierte en un crimen grave, punible hasta con 20 años de prisión, si el infractor es reincidente.
La iniciativa también permite a la Justicia estatal ordenar la expulsión de personas sin mediar proceso legal.
Asimismo, los oficiales de policía podrán arrestar a cualquier individuo del que sospechen que ingresó ilegalmente al país. Además, tendrán la facultad discrecional de expulsarlo a México en vez de arrestarlo.