Migrante venezolano que perdió ambas piernas intentando subir a «La Bestia» regresará al país

Valentín Romero
Por Valentín Romero 3 Min de Lectura
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Migrante venezolano que perdió ambas piernas intentando subir a "La Bestia" regresará al país
Foto: Archivo

Carlos Eduardo Sarmiento, el migrante venezolano que perdió sus piernas cuando intentaba subir al tren conocido como «La Bestia«, pero lamentablemente resbaló y cayó a las vías, regresará al país luego de no poder llegar a Estados Unidos (EEUU) a donde iba en búsqueda del «sueño americano».

Este tren forma parte de una red ferroviaria mexicana es usada por miles de extranjeros para llegar a zonas cercanas a la frontera con EEUU, pese a los múltiples peligros que enfrentan.

Sarmiento narró su trágica experiencia para la cadena hispanoestadounidense Univisión, a quienes reveló que volverá a Venezuela.

“Se paró (el tren) para recogernos, pero cuando me subí estaba lloviendo y había mucha tierra resbalosa. El tren estaba arrancando y me caí”, recordó el joven venezolano.

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Asimismo, señaló que con las trenzas de sus zapatos, pudo hacer un torniquete en sus piernas para evitar desangrarse en el lugar.

Una persona que pasaba por el lugar escuchó los gritos del joven de 26 años y anunció sobre la situación a los servicios de emergencia, según un reporte de Imagen Noticias.

Policías municipales de Aguascalientes llegaron al sitio y reforzaron los nudos de Sarmiento. Así, pudieron salvarle la vida y trasladarlo al Hospital General de Romos.

José Rafael Rivero, primo de Carlos, aseguró a Univision que las personas que andaban con él lo abandonaron y que prácticamente lo dejaron morir.

«NO LO VOLVERÍA A INTENTAR»

Luego de sufrir este trágico accidente, el venezolano advirtió los peligros que supone esta travesía, por lo que descartó el volver a intentarlo.

“No lo volvería a intentar porque es mucho riesgo, mucho trabajo, uno pasa muchas cosas. Prefiero pasarlo en mi país más bien”, reflexionó.

No obstante, agradeció a Dios por esta nueva oportunidad, ya que a pesar de que sufrió heridas muy graves, aún está aquí para contarla.

“Hay que darle gracias a Dios de que al menos estoy vivo”, sentenció.

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