El exvicepresidente de Donald Trump, Mike Pence, se retiró este sábado de la carrera por ser el nominado presidencial del Partido Republicano.
«Al pueblo estadounidense le digo: este no es mi momento», dijo a los asistentes a la conferencia de la Coalición Judía Republicana en Las Vegas.
De esta manera, Pence se convirtió en el primer candidato de peso en abandonar una carrera liderada por su excompañero de fórmula, Donald Trump. Todo esto a pesar de los problemas legales que enfrenta el exmandatario.
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La decisión salva a Pence de la vergüenza de no poder calificar para el tercer debate de las primarias republicanas el 8 de noviembre en Miami.
Pero la retirada es un duro golpe para un político que pasó años esperando su momento como el lugarteniente más leal de Trump. Sin embargo, se convirtió en chivo expiatorio durante sus últimos días en el cargo, cuando Trump se convenció de que Pence de alguna manera tenía el poder de anular los resultados de las elecciones de 2020 y mantener a ambos en el cargo.
Si bien Pence evitó una crisis constitucional al rechazar el plan, provocó la furia de Trump. También sufrió la ira de muchos de los partidarios del magnate que creyeron sus mentiras y todavía ven al exvicepresidente como un traidor.
CAMPAÑA EN RESTAURANTES
A lo largo de su campaña, el exgobernador y congresista de Indiana había insistido en que, si bien era muy conocido por los votantes, no era “bien conocido” y se propuso cambiar eso con un programa agresivo que incluía numerosas paradas en restaurantes.
Trató de confrontar de frente sus acciones el 6 de enero de 2021, explicando a los votantes una y otra vez que había cumplido con su deber constitucional, sabiendo muy bien las consecuencias políticas. Era una estrategia que sus asesores creían que ayudaría a calmar el tema y a ganarle el respeto de la mayoría de los republicanos, de quienes estaban convencidos que no estaban de acuerdo con las acciones de Trump.
No obstante, el enfoque no fue efectivo y Mike Pence no pudo subir en las encuestas lo que provocó su anticipado retiro.
Se espera que Pence siga comprometido, en parte a través de Advancing American Freedom. Este es un grupo de expertos conservadores que fundó después de dejar la vicepresidencia.
El grupo continuará abogando por las políticas que apoyó durante su campaña. Esto incluye la presión para obtener más apoyo de EEUU para la defensa de Ucrania contra la invasión rusa. También corresponde a los recortes propuestos a la Seguridad Social y Medicare para controlar la deuda.
Esas ideas alguna vez fueron el pan de cada día de la ortodoxia del establishment republicano, pero han perdido popularidad a medida que el partido ha adoptado los giros aislacionistas y populistas de Donald Trump.