Miles de migrantes han ingresado irregularmente a Estados Unidos por la ciudad de Eagle Pass, en Texas, buscando el «sueño americano». Esta zona se ha convertido en un punto álgido de la crisis migratoria que hay en la frontera sur con México.
Durante diciembre, casi 10.000 migrantes cruzaron hacia Eagle Pass diariamente, una de las cifras más altas registradas. No obstante, pocos conocen los detalles sobre esta pequeña ciudad que se ha hecho famosa por su paso fronterizo.
Eagle Pass pertenece al condado de Maverick y está en las inmediaciones del río Bravo. Además, tiene un puente internacional que la conecta con la ciudad mexicana de Piedras Negras, en Coahuila.
La ciudad tiene apenas 28.000 habitantes, de acuerdo a la Oficina del Censo. A pesar de que está en Estados Unidos, más del 96% de su población es de ascendencia latina o hispana, indicando la presencia de migrantes en la zona.
UN PUERTO DE ENTRADA
Medios estadounidenses indican que Eagle Pass es un puerto de entrada, gracias a su proximidad con México. En tal sentido, su economía depende, principalmente, del comercio fronterizo, el tráfico turístico y los negocios agrícolas y ganaderos.
Eagle Pass es una ciudad impregnada por la cultura latina. Por tanto, al igual que otras localidades fronterizas, hay productos mexicanos auténticos y restaurantes Tex-Mex , una fusión de comida mexicana y de Texas.
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En esta pequeña localidad se celebra todos los años el Festival Internacional de la Amistad. Se trata de un evento de afecto fronterizo, en el que personas del lado mexicano y estadounidenses se abrazan en medio de los puentes que conectan ambas ciudades.
Sin embargo, el día a día en Eagle Pass ha cambiado en los últimos meses por la crisis migratoria. Ante la llegada de miles de personas, las autoridades locales y estatales no se dan abasto para atender la situación.
