La conmovedora historia de una balsera cubana se ha robado el corazón de miles de amantes de las mascotas, luego de que realizó su travesía hasta las costas de Florida en compañía de sus tres cachorritos, a quienes debió llevar en su brasier, durante parte del trayecto, para evitar que murieran víctimas de hipotermia.
La mujer decidió realizar el trayecto junto con sus tres cachorros, que pudieron soportar los embates del mar en una pequeña embarcación.
“Gracias a Dios por permitirme llegar a esta tierra y hacer esa travesía tan difícil que hacemos los cubanos para poder ser libres y tener una vida digna, para poder crecernos”, indicó Yudelsis González, dueña de los cachorritos al llegar a tierra.
La joven contó como tuvo que esconderlos en su brasier, en el final del trayecto, para evitar que murieran de frío.
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González indicó que para el trayecto le llevó a sus mascotas toallas y otros enseres para que estuviesen protegidos. Sin embargo, las altas olas que habían en el mar la llevaron a tomar medidas drásticas, para que no sufrieran, según reseñó Miami Diario.
“Llegó un momento en que ya yo no tenía paño seco para ellas y me las tuve que poner dentro del ajustador», relató González.
No obstante, al llegar a tierra firme los cachorritos fueron separados de su dueña. La policía de migración los llevó al Centro para el Control de Prevención y Enfermedades.
PUDO RESCATAR A UNO DE LOS CACHORRITOS
La migrante pudo rescatar días después al mayor de sus cachorritos del referido centro de animales.
«Las dos cachorritas, Linda y Luz, permanecen retenidas y deberán esperar al menos hasta marzo para recuperarlas», dijo González al medio estadounidense.
A la joven le habían dicho que para poder rescatar a sus perros debía pagar $40.000.
«Yo dije, bueno si nos toca ir para un semáforo con un cartel que diga ayúdenos a recuperar dinero para sacar las perritas, lo haremos», aseguró la migrante.
El medio miamero también señaló que esta no es la primera vez que una familia se lleva a sus mascotas desde Cuba hasta Florida, en una travesía de tal magnitud.
Las familias se resisten a dejar a sus mascotas, a quienes consideran parte de su familia, en la isla.