La famosa mansión de Beverly Hills donde los hermanos Erik y Lyle Menéndez asesinaron de forma despiadada a sus padres, hace más de 30 años, ya tiene nuevos dueños, lo que ha provocado que nuevamente haya interés público por este caso, en medio del revuelo por la serie de Netflix y el documental que pronto saldrá a la luz,
La propiedad se vendió hace siete meses por la astronómica cifra de 17 millones de dólares. No obstante, no es hasta ahora que se revelaron detalles de la compra y quiénes son sus nuevos dueños. Se trata de la adinerada familia Lahijani, quienes se hicieron con ella en marzo, cuando se cumplieron 28 años de la condena a los asesinatos.
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Pese a que la compra por la mansión del crimen de los Menéndez se llevó a cabo de manera hermética, hace poco salieron detalles sobre los Lahijani. Se trata de una familia iraní-estadounidense con una amplia trayectoria dentro del sector inmobiliario de Los Ángeles.
Este grupo familiar es famoso por sus importantes inversiones en el ámbito de bienes raíces. Pese a que no revelaron información sobre su decisión de comprar la infame propiedad, ya dieron inicio a renovaciones extensas. Informes revelan que están haciendo drásticos cambios en la estructura del inmueble.
A pesar de ello, la atención en torno a la antigua mansión de los Menéndez sigue representando un desafío. De acuerdo a Infobae, al mantener un perfil bajo, es probable que intenten deslindar la propiedad de su oscuro pasado.
CARACTERÍSTICAS DE LA MANSIÓN
La casa donde se perpetró el horrendo doble homicidio es una villa de un corte mediterráneo, la cual se construyó en 1927. Luego, se remodeló en 1984 con la dirección del magnate inmobiliario Mark Slotkin, amigo de los Menéndez. Además de sus dimensiones (842 m²) de espacio habitable, la casa posee siete habitaciones y nueve baños.
Su diseño es el vivo ejemplo del estilo lujoso de Beverly Hills. Su entrada incluye dos pisos, una larga y circular escalera, superficies de piedra caliza importada desde Italia. Además, la sala principal cuenta con llamativos ventanales de estilo palladiano. La cocina, entre tanto, se renovó con electrodomésticos de última generación.
Sumado a ello, el dormitorio principal posee un par de baños privados. El resto de la casa, por su parte, cuenta con numerosas comodidades: piscina, terraza al aire libre, una casa de huéspedes de dos pisos, cancha de tenis privada y hasta una bodega.
A pesar de las remodelaciones, la propiedad no puede separarse del horrendo legado que dejó el crimen de los Menéndez que se cometió en 1989.