Exasistente de Harvey Weinstein reveló los abusos que vivió a manos del famoso productor de Hollywood

Valentín Romero
Por Valentín Romero 5 Min de Lectura
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Exasistente de Harvey Weinstein reveló los abusos que vivió a manos del famoso productor de Hollywood
Foto: Cortesía diario La Nación

Rowena Chiu, exasistente del otrora famoso productor de Hollywood, Harvey Weinstein; reveló los abusos que vivió a manos del agresor sexual, quien la obligó por años a guardar silencio, gracias a un acuerdo de confidencialidad que la obligó a firmar el magnate.

«Weinstein me dijo una vez que le gustaban las chicas chinas porque son discretas, y me habló a menudo de la lealtad», precisó la mujer en declaraciones reseñadas por el diario argentino La Nación.

«Palabras como discreto y leal suelen señalar a los clientes adinerados que uno no solo mirará hacia otro lado cuando sea necesario, sino que facilitará sus indiscreciones. Se esperaba de mí que guardara los secretos de mi jefe, que protegiera su reputación y, en última instancia, me convertí en su víctima», agregó.

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Chiu trabajó durante dos meses como asistente personal de Weinstein, en 1998, en los cuales fue testigo de las muchas formas en que la fama y poder del productor distorsionaban el comportamiento de la gente que lo rodeaba y de cómo, por ser su ayudante, se le consideraba «menos que una persona».

«Mientras era su empleada, intentó violarme», recordó la mujer, al tiempo que señaló que «como asistente, te encuentras en un doble aprieto: casi no tienes poder, pero tienes una responsabilidad desproporcionada. En un sentido fundamental, los asistentes no se pertenecen a sí mismos».

«En mi época de asistente, a menudo me veía como una mayordoma aterrorizada. Mi trabajo consistía en ser invisible y estar en todas partes a la vez. Se trataba de conjurar lo imposible y luego hacer que lo imposible pareciera que nunca había ocurrido. Esa es la alquimia de la asistencia. Si te haces notar, estás haciendo un mal trabajo. Solo habrás tenido éxito cuando nadie se fije en ti ni en las cosas que has hecho realidad», explicó Chiu

CÍRCULO DE ADULADORES

En el caso de Weinstein, podemos señalar a todo un círculo de personas que permitieron su actividad delictiva, incluidos, entre otros, contables, miembros de la junta directiva, abogados, todos los cuales tenían acceso al dinero y el poder que les permitía defenderse.

Los famosos pueden verse rodeados de una corriente de aduladores que les dicen que están por encima de la ley. Pocos se atrevieron a decirle a Weinstein que no podía hacer algo o que había ido demasiado lejos.

El sistema que permite este desequilibrio va mucho más allá del privilegio. En lo que respecta a las indiscreciones de Weinstein hacia las mujeres (en otras palabras, las violaciones), sus facilitadores no se limitaron a decirle que se saldría con la suya. Lo que es más peligroso, le hicieron creer que tenía el derecho divino de hacer lo que quisiera, con argumentos como: eres un genio creativo y necesitas inspirarte en algún sitio, o eres un buen hombre con debilidad por las mujeres guapas. Weinstein pasó décadas cultivando su propia imagen de genio torturado. Cayó en su propio mito, y lo consumió.

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Como su asistente, no tenía identidad propia. Borrada mi identidad y reducidas mis necesidades, me sentía como un fantasma cuyo destino estaba ligado a mi empleador.

Esta trágica dependencia unidireccional nunca está más clara que cuando se trata del mundo legal. Como asistente personal, si alguna vez te piden que hagas algo éticamente dudoso, te tranquilizan de inmediato, como me ocurrió a mí: no te preocupes, nunca te meterás en problemas. Harvey Weinstein tiene a su disposición a los mejores abogados del mundo. Ese punto de vista me desconcertaba. Siempre me daban ganas de replicar: “Sí, él los tiene, pero yo no”.

Existe un riesgo tácito más oscuro: si tu disputa legal es con tu empleador, no hay salida. Como asistente, tu identidad, por no hablar de tu medio de vida, está tan ligada a tu empleador que la sociedad te ve como una sola entidad, pero el sistema legal no.

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