El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) urgió en su último informe a tomar acciones para abordar las desigualdades en el combate contra esta enfermedad.
A principios de año señalaron que la respuesta al sida se encuentra en situación de peligro. Advirtieron sobre el aumento de las nuevas infecciones y las continuas muertes en muchas partes del mundo.
El más reciente informe detalla que esto se debe a las desigualdades imperantes en el mundo y presenta a los líderes mundiales como protagonistas para acabar con esto.
En el texto se desvela el impacto que tienen en la respuesta al sida las desigualdades de género, las desigualdades a las que se enfrentan los grupos de población clave y las desigualdades entre niños y adultos. Además, se destaca cómo el empeoramiento de las limitaciones financieras hace que ahora sea más difícil abordarlas.
Asimismo, el informe muestra cómo las desigualdades de género y las normas de género dañinas están ralentizando el fin de la pandemia de sida.
«El mundo nunca podrá vencer al sida si seguimos reforzando el patriarcado», afirmó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA.
«Tenemos que plantar cara a todas esas desigualdades de las que las mujeres son víctimas. En áreas con una elevada carga del VIH, las mujeres sometidas a violencia dentro de la pareja se enfrentan a un 50 % más de posibilidades de contraer el VIH», agregó.
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«La única hoja de ruta eficaz para poner fin al sida, alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y garantizar la salud, los derechos y la prosperidad compartida es una hoja de ruta feminista. Las organizaciones y los movimientos que velan por los derechos de las mujeres ya están en primera línea haciendo este audaz trabajo. Los líderes necesitan que los apoyemos y aprendamos de ellos», sumó.
El informe muestra que la respuesta al sida se está viendo frenada por las desigualdades en el acceso al tratamiento entre adultos y niños. Mientras más de tres cuartas partes de los adultos que viven con el VIH siguen un tratamiento antirretroviral, a solo algo más de la mitad de los niños que viven con el VIH se les está administrando un tratamiento que salva vidas.
La discriminación, la estigmatización y la criminalización de los grupos de población clave están costando vidas y evitando que el mundo alcance los objetivos acordados para el sida.
En 2021, 650.000 personas perdieron la vida debido al sida y se contabilizaron 1,5 millones de nuevas infecciones por el VIH.
«Es evidente lo que tienen que hacer los líderes mundiales, no cabe duda al respecto», afirmó Byanyima.
«En una sola palabra: Igualar. Igualar el acceso a los derechos, igualar el acceso a los servicios, igualar el acceso a la mejor ciencia y a la mejor medicina. Al igualar, no solo estaremos ayudando a los marginados. Estaremos ayudando a todos», concluyó.