Los sistemas de reconocimiento facial en los aeropuertos de EEUU llegaron para quedarse, según algunos expertos. Lo cierto, es que esta revolución está generando inquietudes y hasta ciertos temores.
De hecho, un grupo bipartidista de senadores estadounidenses está presionando para implementar restricciones en el uso de la tecnología de reconocimiento facial por parte de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA).
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La promesa de este avance tecnológico está en ofrecer una experiencia más ágil y menos estresante para los viajeros, reduciendo significativamente los tiempos de espera. Pero, para muchos, representaría una amenaza «vestida» de beneficio.
«Esta tecnología plantea amenazas significativas a nuestra privacidad y libertades civiles, y el Congreso debería prohibir el desarrollo y despliegue de herramientas de reconocimiento facial por parte de la TSA hasta que se produzca una rigurosa supervisión del Congreso», escribieron los senadores en una carta dirigida al Senado.
Lo cierto, es que en los Estados Unidos, las principales aerolíneas han invertido cada vez más en la tecnología de reconocimiento facial. También lo han hecho los organismos gubernamentales a cargo de la seguridad en la aviación.
Vale tomar en cuenta, que actualmente la tecnología se utiliza en un total de 84 aeropuertos de todo el país. Además, está previsto que se expanda en los próximos años a los al menos 430 cubiertos por la TSA.
Pese a las presiones, a juicio de muchos se trata de una tecnología que llegó para quedarse. Así lo señaló en una entrevista concedida a la Voz de América (VOA), Fabio Andrade, experto en aviación.
“Hoy día, por mucha presión que hay de los grupos de oposición… dicen que va a haber una alternativa, pero yo creo que eventualmente, como dicen en inglés, esto viene para quedarse”, enfatizó el especialista al respecto.