Más de 9.000 incendios forestales se han registrado entre enero y febrero de este mismo año. Esas son algunas de las cifras manejadas por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EEUU, más conocida como NASA, sobre Venezuela.
A través de su cuenta en Twitter (X), la NASA apuntó que se trata de un número de incendios inéditos en el país. Al menos, desde que se comenzara con el registro MODIS (un sensor en el satélite Terra de la NASA) implementado a principios de la década de los 2000.
Leer Más
LEA TAMBIÉN: DETIENEN A SIETE PERSONAS POR LOS INCENDIOS EN EL PARQUE HENRI PITTIER
Sin embargo, en lo que va de marzo de este 2024, la cifra es todavía más impresionante. En concreto, el mencionado sensor ha detectado hasta ahora en el presente mes más de 11.000 incendios. Se trata de la mayor cantidad desde el 2003.
Asimismo, la NASA compartió una imagen capturada por el satélite Terra. En la misma, se muestra la magnitud de los incendios al sur del río Orinoco. La gráfica fue tomada el 26 de marzo y da cuenta de la gran cantidad de humo en la zona.
CALIDAD DEL AIRE “DISMINUYENDO”
La calidad del aire en el país estaría disminuyendo por la calima que dejan los incendios forestales, así lo señaló por su parte el meteorólogo Luis Vargas.
Gracias a una gráfica, que compartió en Twitter (X), puede notarse las regiones más afectadas.
«Esto es más notorio en zonas de Monagas, Anzoátegui, Bolívar, Amazonas, los Llanos, Centro Norte, Andes y Zulia. Está asociado a la gran cantidad de calima conformada por humo de los incendios forestales y en menor cantidad por polvo sahariano», explicó.
La calima o calina es un fenómeno meteorológico consistente en la presencia en la atmósfera de partículas muy pequeñas de polvo, cenizas, arcilla o arena.
En el caso venezolano, actualmente, es producto de los incendios forestales. En tanto esta calima está formada mayormente por ceniza.
La presencia de la calima suele enturbiar el ambiente, dando una coloración amarillenta y anaranjada y dificultando la visibilidad y, sobre todo, la respiración.
De hecho, la exposición prolongada a este fenómeno meteorológico puede ser perjudicial para la salud, pues favorece la sequedad de las vías respiratorias.
