Un niño de siete años murió en São Paulo, Brasil, luego de caer desde la ventana de su habitación ubicada en un séptimo piso.
De acuerdo con la empleada de servicio, todo comenzó cuando la madre del menor llegó del gimnasio. Aparentemente, él le pidió permiso para bajar a jugar, pero ella no lo dejó.
El niño molesto se encerró en su habitación y dijo que quería estar solo. Una vez en su cuarto comenzó a cortar la red de seguridad de la ventana con una tijera y posteriormente ocurrió la tragedia.
Al cabo de unos minutos el portero del edificio llamó a la puerta del apartamento para informarle a la madre del menor que el pequeño había caído.
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Hasta el lugar llegaron organismos de rescate quienes lo trasladaron de emergencia hasta un centro hospitalario. No obstante, el niño murió poco después debido a la gravedad de sus heridas.
El cuerpo de bomberos informó que cuando lo atendieron presentaba lesiones en la cabeza y tenía un paro respiratorio.
La policía catalogó la muerte como «sospechosa» e inició una investigación para determinar si los hechos ocurrieron de la forma en los que lo contó la empleada de servicio. Sin embargo, hasta el momento no han encontrado alguna otra hipótesis para la investigación.
