El migrante venezolano Ramer Orellana, de 36 años, fue asesinado a tiros la semana pasada en la provincia de Los Ríos, Ecuador, por unos sicarios que, supuestamente, lo confundieron con otra persona.
Ramer estaba con su pareja, Patricia Márquez, dueña del restaurante Todo lo puedo en Cristo, ubicado en la vía Panamericana E 25. Ambos estaban haciendo remodelaciones en el techo del establecimiento cuando ocurrió la tragedia.
«Llegamos de comprar los materiales y Ramer estaba con la cabeza agachada, pintando unas correas para el techo cuando de pronto se escucharon los disparos», dijo la mujer al medio ecuatoriano Extra.
Los criminales escaparon rápidamente del lugar en una moto y Ramer quedó tendiendo en el suelo, desangrándose. A pesar de que Patricia y otras personas intentaron ayudarlo, murió en el sitio minutos después.
CONFUNDIERON A RAMER
Las fuerzas de seguridad llegaron al lugar y encontraron el cuerpo de Ramer cubierto con una sábana blanca. Criminalistas levantaron el cadáver y lo trasladaron hasta la morgue del cantón Puebloviejo.
Patricia aseguró a las autoridades que su novio fue asesinado por error. Ramer tenía un gran parecido con otra persona a la que, supuestamente, estaba dirigido el ataque, aunque no precisó de quién se trataba.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: EL CASO DE TAYLA: CONOCIÓ A SU «PRÍNCIPE AZUL» EN UNA APP DE CITAS Y CASI TERMINA EN TRAGEDIA POR LO QUE ÉL LE HIZO
Ramer era un joven muy querido y, con el paso de los años, se ganó un puesto entre la comunidad. El venezolano trabajaba en el restaurante de su pareja y parte de lo que ganaba lo enviaba a sus tres hijos, que vivían en Quito y Venezuela.
Las autoridades ya abrieron las investigaciones y buscan determinar si la hipótesis de la confusión es posible. Mientras tanto, Patricia y los seres queridos de Ramer exigen que se haga justicia en el caso.